Antiguas leyendas celtas nos hablan de los cinco elementos, de secretos celosamente guardados por antiguas culturas, del origen, del nacimiento desde las sombras de una pequeña luz: del fuego. De la fortaleza de la tierra, de lo voluble del aire o de la vitalidad del agua. Los cuatro elementos son presentados y, sólo entonces se nos desvela el gran secreto, su combinación, el resultado último de estos elementos nos dará un quinto y mágico factor: la ESENCIA. Aquello donde según la tradición conviven el agua, el aire, el fuego y la tierra con lo etéreo, con el espíritu.
Una explosión de luz y color, donde danza y música, fuego y pirotecnia, agua y aire, se combinan con un elaborado texto, para ofrecer un espectáculo tremendamente visual.