Anemoi, es una pieza inspirada en los recuerdos del mar y en las sensaciones táctiles que pueden producir la luz del sol, el viento y el agua sobre la piel, que se hace especialmente emocionante para los urbanitas que gozamos de esta visión, con suerte, una o dos veces al año. Un ritual que nos renueva y que identificamos con el descanso y los momentos alegres de la vida. Los distintos estados de la mar y el viento que la acompaña, llana, rizada, picada, arbolada gruesa, marejadilla…brisa, ráfaga, tornado, vendaval, alisio, tramontana, siroco, levante, poniente…dan diferentes texturas al movimiento de esta coreografía.
Importantísima para la pieza es la música de David Peña Dorantes, que nos sitúa en un paraíso mágico. Piano flamenco, «jondo» y virtuoso, con una visión absolutamente personal actual e imaginativa. El espacio sonoro se completa con castañuelas y del ambiente urbano…un tren, un pájaro, o el agua de las fuentes.