Una obra teatral que ofrece un concierto que rompe con lo convencional y reinterpreta grandes obras de la música clásica con instrumentos no convencionales como el Tripticófono Tuboidal, el Serrucho Tenor, el Vidriolín y Vidrioncello Copodivarius, el Destilarmonium Percutente, o las percusiones de Olivetti, entre otros, bajo el prisma del humor blanco, y con total libertad creativa.
Ad Libitum es una expresión del latín que significa «a placer, a voluntad» y se utiliza en lenguaje jurídico, liturgia católica, política, y también en la música, para referirse a decisiones que se toman «a piacere». Usando Ad Libitum como indicación musical en una partitura, los compositores insinúan la libertad que tienen el intérprete y el director de orquesta para interpretar un pasaje determinado.